- Booket/Planeta de libros
- 2017/Booket 2019
- 382 pags
- Juvenil
“Desde hace unas semanas corren rumores acerca de extraños sucesos que no tienen explicación. Algunos alumnos afirman haber sido atacados por una fuerza invisible; otros aseguran que han visto objetos moviéndose solos por el aire o que han sentido una extraña presencia acechándolos por los pasillos. ¿A qué nos enfrentamos exactamente? En la redacción de “Voces” hemos recogido teorías para todos los gustos, pero la explicación paranormal es la que tiene más aceptación. Al fin y al cabo, todos recordamos la historia del tristemente célebre “chico de la azotea…”. Así pues, ¿hay un fantasma en el instituto? Si es así, ¿quién es y qué intenciones tiene? No lo sabemos aún, pero puede que no tardemos mucho en averiguarlo.”
Esta novela de Laura Gallego se sale un poco de la temática habitual de la autora, que nos tiene acostumbrados a sus historias de fantasía juveniles, todas ellas cargadas de magia, seres fantásticos y aventuras. En este caso, nos encontramos en un barrio sencillo y humilde del Madrid actual, donde vive Valentina, nuestra protagonista, con su madre. Un día, en el colegio, Valentina sufre una situación de acoso por parte de unos compañeros, y, asustada, se esconde de ellos. Cuando cree que la han encontrado, pasan de largo. Extrañada, Valentina no le da más importancia, hasta que, años después, una situación similar hace que se de cuenta de que, por imposible que parezca, puede volverse invisible.
La lectura de esta novela me ha resultado sencilla, no se complica en exceso. La narración, por su parte, se me hizo algo lenta al principio, quizá durante el primer tercio, pero a partir de ahí me enganchó bastante. La historia comienza pareciendo algo simple, pero poco a poco la trama se va volviendo algo más compleja, con un par de sorpresas y giros, y un final que, sinceramente, no me esperaba en absoluto y que, como suele pasarme con los libros de Laura Gallego, me parece demasiado rápido. Sus desenlaces para mí están algo aturullados, como si se concentrase demasiada información en las últimas pocas páginas, y con este libro me ha vuelto a pasar, aunque no es algo que me impida disfrutar de sus historias.
En cuanto a los personajes, Tina es la que más me gusta, empatizo bastante con ella y entiendo las reacciones que tiene ante su madre, demasiado prejuiciosa. A lo largo de la historia se va viendo el desarrollo de Tina con respecto a su madre, pues no deja de ser una adolescente que va descubriendo el mundo a su alrededor con una madre excesivamente sobreprotectora que quiere darle poca o ninguna libertad a su hija. Salima, la mejor amiga de Tina, me gusta bastante: es enérgica, valiente, espontánea, directa, y una buena amiga para Tina. Rodrigo, el tercer “protagonista” de la historia, es más serio y responsable, aunque demasiado arriesgado en algunos aspectos.
En general, a pesar de no ser el tipo de literatura juvenil por la que suelo inclinarme, me ha gustado bastante encontrarme con unan historia de Laura tan distinta a lo habitual, aunque sigo pensando que la encuentro más cómoda en el género de fantasía. La última parte del libro ha sido la que ha hecho que me termine de enganchar y que me guste bastante más de lo que esperaba al principio. Sin embargo, creo que algunas cosas, como el origen de los poderes de Tina, se quedan en el tintero, y me hubiera gustado conocer algo más de ellos y, quizá, un poco más sobre la historia de su padre, al que tan sólo se menciona de pasada.
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