sábado, 8 de agosto de 2020

Reseña - "El circo de la noche", Erin Morgenstern



- Planeta
- 2011
- 565 páginas
- Juvenil adulto


“El circo llega sin avisar.

No viene precedido de ningún anuncio, no se cuelga cartel alguno en los postes o vallas publicitarias del centro, ni tampoco aparecen notas ni menciones en los periódicos locales. Sencillamente está ahí, en un sitio en el que ayer no había nada. Abre sólo de noche y no es un circo cualquiera...

Le Cirque des Rêves, pues ese es su nombre, es en realidad es escenario de una feroz competición: un terrible duelo entre dos jóvenes magos, Celia y Marco, entrenados desde pequeños para este propósito: un desafío que sus entrenadores llevan preparando desde hace años. Lo que no saben, y pronto descubrirán, es que éste es un juego mortal en el que sólo puede haber un vencedor. Un precio muy alto para dos jóvenes que acaban de descubrir el amor, un amor mágico y profundo que ilumina todo lo que tocan.

Pero la partida debe continuar, y Marco y Celia sólo podrán confiar en el destino...”



Nos encontramos con un libro cuya premisa es la de un duelo mágico en un circo, un circo misterioso que, simplemente, aparece de la noche a la mañana, con sus carpas de rayas blancas y negras, y que ofrece cada noche un espectáculo muy variado para su público: acrobacias, ilusionismo, adivinación... Hay hasta carpas en las que puedes recorrer un jardín helado o contemplar un cielo de estrellas. No es, ni por asomo, un circo al uso, y eso lo vamos comprobando poco a poco, conforme recorremos las páginas del libro y, a su vez, las distintas carpas y espacios del circo.

La temática llamó muchísimo mi atención, y había leído algunas buenas críticas, quizá por eso iba con las expectativas algo altas. No me ha defraudado del todo, pero tampoco me ha entusiasmado de todo; esperaba más, bastante más, pero la historia en sí no me ha desagradado. Es un libro para leer de seguido, sin hacer muchas pausas y, menos aún, pausas largas, pues tiene muchos saltos temporales (y espaciales) hacia delante y hacia atrás, y a veces resulta confuso porque no recuerdas bien el año en que se desarrolla el capítulo anterior, así que prestad mucha atención a las fechas para llevar con algo de orden la historia. Hacia el final se hace más sencillo, ya que sólo se alternan dos años.

Algo que también resulta un poco confuso también al principio, es la cantidad de personajes distintos que aparecen, aunque para mis gusto enriquece bastante la narración, pues cada uno de ellos se nos presenta con sus propias ideas, caracteres y objetivos, personajes individuales que persiguen su propio fin. Con el paso de la historia, la autora se centra más en aquellos que acabarán siendo más importantes al final, por lo que poco a poco se va haciendo algo menos confuso este aspecto.

También quiero destacar que es una novela muy, muy descriptiva: los espacios nos aparecen perfectamente descritos, todos los detalles mencionados, hasta el más pequeño. Si bien es verdad que, para conocer bien Le Cirque de Rêves hace falta una narrativa muy descriptiva, pues tiene carpas y espacios que han de estar bien descritos para entenderlos, llega un momento en que esto se hace demasiado pesado, y ralentiza bastante la acción desde mi punto de vista, además que apenas deja algo para la imaginación.

En cuanto a la historia en sí, como ya he dicho antes, me ha gustado, pero no me ha entusiasmado. Esperaba algo más, un duelo épico, algo con más acción, y la verdad es que todo se desarrolla poco a poco y de forma espaciada en el tiempo, algo que no esperaba y que, a mi gusto, vuelve a ralentizar la historia. No he llegado a empatizar del todo con los personajes protagonistas, quizá porque se pierden un poco entre tanto personaje secundario y tanta descripción; es como si no hubiera pasado el suficiente tiempo con ellos como para sentirlos cercanos. Algo que sí me ha gustado bastante es la relación entre los maestros de los protagonistas, aunque igualmente pienso que se le podría haber sacado mucho más jugo, podrían haber tenido una historia mucho más interesante en conjunto.

En cuanto al final, bueno, algo meh. Era lo que se veía venir desde el principio más o menos, aunque también resulta algo confuso, y quizá toda la resolución final llega de forma algo precipitada y sin apenas justificación. Creo que la historia y la novela tenían mucho, mucho potencial, pero la autora se ha perdido un poco entre tanta descripción; pienso que quería mostrarnos su mundo con tanto detalle, que se ha olvidado de que lo que verdaderamente crea una historia, es la historia en sí. Tenía muchos puntos fuertes que podría haber desarrollado mejor, y sin embargo, se quedan sin explicar, sin ampliar, es como que te deja con las ganas de saber más, de saber por qué.

En resumen, la historia en sí no me ha disgustado, aunque creo que se le podría haber sacado mucho más partido, pero está escrita de una forma tan descriptiva que se me ha hecho muy pesado de leer y eso ha hecho que espaciara más los ratos de lectura que le dedicaba, cosa que no es buena con este libro debido al baile de fechas y lugares entre un capítulo y el siguiente. Lo recomiendo porque hay mucha gente a la que le ha parecido una maravilla y, como ya he dicho antes, a mi no me ha disgustado del todo, así que se puede disfrutar de su lectura.


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